La situación laboral en Mar del Plata es compleja, ya que por cada 10 personas que son consideradas “activas” en el mercado laboral, hay otras 6 que son “inactivas”, dada su condición (menores de 14 años o mayores de 65 años).
Asimismo, en la distribución de los tipos de empleo que sustentan la ocupación de la población, el rubro servicios ofrece el 50% de la distribución. Luego se encuentra el comercio, que es el segundo sector de la ciudad en términos de empleo, con un porcentaje superior al 20% a lo analizado. Por último, el sector industrial ofrece el tercer lugar como generadora de puestos de trabajo.
Según estudios realizados por el “Grupo estudios del trabajo” de la facultad de Ciencias Económicas de la UNMdP, a mediados de la década del 90, con el inicio de la profunda crisis en el país y una fuerte repercusión local recién en 2006, luego de 3 años de una extraordinaria recuperación económica, pudieron igualarse los niveles de empleo alcanzados en 1995 – en pleno efecto tequila- .
Referido a las cifras que encuentran a Mar del Plata como una de las ciudades que más ha sufrido la crisis de empleo y productividad con el modelo menemista, el informe elaborado por la UNMdP en el 2006 –últimos datos actualizados que ha logrado obtener la Institución por falta de respaldo y presupuesto para la elaboración de estos datos-, indica que un %16,3 de los habitantes de Mar del Plata, en promedio, son pobres, aunque esa cifra distaba de lo que se reflejaba, en se entonces, a nivel nacional %26,9; mientras que las cifras de indigencia llegaban a %27,5 a nivel nacional y %21 en lo local.
El sector industrial es detallado por el licenciado en economía Sebastián Prats, integrante de la Secretaría de Producción Municipal, quien señala la presencia fuerte del sector de la Pesca y productos alimenticios en general, en comparación a los restantes rubros. En este sentido, explica que el 50% del sector es alimenticio, lo restante se divide en los demás aspectos.
Existe el sector textil y de confección; también el metalmecánico –que incluyen las máquinas envasadoras que también se relacionan a las otras industrias como la pesca y todo el rubro alimenticio. Hay un sector químico que es interesante; tal vez esta industria no resalta por su nivel “cualitativo” -en cantidad de empresas- pero sí se destaca por su magnitud de trabajo y facturación.
Según explica Prats, los principales sectores industriales han tenido momentos cíclicos de caídas y de crisis que afectaron a toda la economía. Además, debe sumarse el sector turístico, que se alimenta de todos los servicios.
Por último, el sector de la madera se ha visto con un amplio desarrollo en el último tiempo, sobretodo en aberturas y muebles. Por lo general, son empresas chicas que abastecen a comercios, aclara.
En cuanto a la relación del municipio con la Industria, el responsable del sector afirma que el lazo es continuo respecto al asesoramiento legal y para las líneas de crédito de los bancos Nación y Provincia. Así también en lo referido a exportaciones.
En cuanto a los microemprendimientos productivos, existe una división especial en la Secretaría de Producción, que principalmente tiene como función la apertura de un registro de emprendedores que participan, con alguna frecuencia, en ferias de intercambio comercial a nivel Nacional, e incluso Internacional.
Aunque se mantiene un vínculo con casi 200 emprendedores de modo constante, esta cifra no permite tener un dato actualizado frecuentemente, ya que la suscripción debe actualizarse año a año, y esto no se da entre los participantes. La titular de la división Pyme, María del Carmen Pozzo, reconoce que “muchas veces se inscriben microemprendedores para participar en algún evento, luego se mantienen durante ese año pero luego, no vuelven a inscribirse”.
Por otra parte, Pozzo habla sobre el auge que en su momento –pasada la crisis de 2001- tuvieron los microempredimientos, como una actividad legítima para no caer en el desempleo en épocas de recesión, aunque reconoce que muchos proyectos se diluyen o no se mantienen en el tiempo ya sea por abundancia de oferta en rubros como puede ser el alimenticio (licores artesanales, dulces caseros, etc) que, además exigen altas normas de calidad que exceden al que puede ofrecerse desde una cocina doméstica o se sobrepasan los costos que no se ven recompensados con la ganancia.
La división municipal, dentro de la Secretaría de Producción, que acompaña al cordón productivo frutihortícola de Mar del Plata es el Director Coordinador Jorge Gambale.
El especialista puntualiza geográficamente los sectores de este cordón que bordea los límites de frontera del Partido de General Pueyrredón y consta de un marco de 145 mil hectáreas, de las cuales 50 mil constituyen el sector urbanizado y 100 mil hectáreas conforman la parte agropecuaria, a diferencia de otros partidos chicos que tienen sólo un 10% de su superficie urbana y casi todo el resto se dedica a la explotación de los suelos.
Aunque esto caracteriza a Mar del plata de forma particular, la ciudad no deja de ser rica en cuanto a la diversidad y valoración cualitativa.
Para destacar, Mar del Plata tiene una alta calidad productiva por un favorecimiento climático y geográfico, además de una cuestión particular de los suelos que son de alta calidad -está considerado uno de los suelos de mayor calidad del país y eso es lo que lo hace importante-, no por superficie, sino por sus características.
El sistema productivo es muy diverso, por eso la mayoría de los sectores son “de alta producción” ya que determina que cualquier cosa que se trabaje, es “biológicamente viable”, lo cual no significa que esto se convierta en un proyecto rentable.
En ese esquema se basa el asesoramiento de la Municipalidad en esta materia, para que las producciones sean sustentables, y de a poco, se conviertan en rentables.
Sobre este sector productivo, se forman tres grandes grupos: el sector frutihortícola que bordea la plata urbana, el sector agrícola- básicamente de producción de cereal- y el ganadero, que si bien es menor en cuanto a magnitud, no así en el desarrollo productivo.
El sector ganadero atraviesa los procesos de engorde y comercialización de ganado. El fenómeno ocurrido en estos últimos años con lo referido al ganado es el de “intensificación”, ya que la cantidad de cabezas es casi la misma que en otros años, pero se engorda en espacios más pequeños.
Entrando en el sector frutihortícola, separamos las verduras de hojas, tomates, zapallitos, papa, cebolla y frutales como el kiwi que es uno de los que tiene más cantidad de proyectos en esta rama. También la producción de frutillas, que está peleando el primer lugar frente al resto del país o lugares como Coronda que ha sido un histórico de este rubro, al que Mar del Plata logró rebatir y posicionar en el podio en no más de 10 años.
Lo mismo pasará en un tiempo con el kiwi. Esta fruta ha sido un fenómeno, ya que el clima es adecuado para su correcto desarrollo.
Además existen plantaciones de flores, aromáticas, plantines, entre otras.
En el desarrollo del sector agrícola, se aplica la “rotación”, explica Gambale, entonces se siembra cebada, soja, cereales, trigos y de esta manera se realiza una diversidad y se cuida el suelo”.
El ingeniero agrónomo resalta que “es para celebrar que en Mar del Plata cualquier cosa que se siembra, funciona”.
¿Cómo incide la comercialización de los productos que, en algunos casos tienen salida al exterior, en la actividad económica de Mar del Plata?
“Hay que encontrar el equilibrio para los productos que tienen mercados internos y externos. Son políticas de trabajo que, desde el municipio se intenta orientar hacia ese equilibrio. Se entiende que se puede ganar el mercado interno con buenos precios porque siempre quedan mercaderías de descarte para lo que es llamado “calidad de exportación” y esto es lo que debe destinarse al mercado interno. Hoy por hoy, el productor está con madurez para tener esta posición, pero debe haber políticas que los direccionen en este sentido”, afirma el Director, Jorge Gambale.
CONCLUSIÓN
Los datos recabados indican que Mar del Plata ha sufrido en carne propia los avatares de las crisis económicas acaecidas en el país, pero además, la ciudad en particular ofrece un mercado productivo casi completo que cuando se ve afectado repercute en forma directa en la población.
Por eso es tan común escuchar “cuando el Puerto no trabaja, se para la ciudad” o “Mar del Plata era la ciudad del Pullover, pero ahora ya casi no se ven comercios dedicados a esta actividad”.
A su vez, en épocas de recuperación como fue el 2002 para la Industria textil, se dio un fenómeno de escasez en la demanda de mano de obra que pudiera dedicarse a la confección y fue el propio sector –desde la Cámara textil- el que tuvo que afrontar la carencia de capacitar al personal que pudiera luego, volcarse al mercado laboral.
Vemos aquí las contrariedades de un sistema productivo múltiple, que cuenta con Industrias, Servicios y actividad Agrícola Ganadera, pero que también ha sufrido las cifras más elevadas de desempleo del país entero.
Por eso queda claro, que la ciudad no ha contado, por parte de sus gobernantes, con políticas claras en materia de producción, comercialización e incluso de exportación, que pudieran ser el nexo con la clase empresarial de la ciudad –muchos de ellos familias de tradición-.
Deberían apuntarse y tenerse en cuenta los porcentajes de generación de empleos que pertenecen en una amplia mayoría al sector privado, a diferencia de otras locaciones del interior que basan su actividad económica en los empleos públicos.
Con esta descripción, debe resaltarse la importante y legítima actividad productiva local, que brinda una relativa estabilidad, un amplio desarrollo tecnológico y de formación y una diversidad de acción particular.
Por eso, debe defenderse, agregar valor y sustentar la producción mediante políticas estratégicas adecuadas que garanticen el bienestar de toda la población.
Realizado por: Pamela Chaia
jueves, 17 de septiembre de 2009
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